17.2.06

Me voy por fin a analizar

(Esta canción formó parte de un pograma de televisión llamado "Todos somos mala gente")

Me voy por fin a hacer curar
me voy a psicoanalizar,
liberarme de complejos y gozar
en el diván.
Llegó el momento tan feliz
que ansiaba para destruir
represiones, duelos o cualquier desliz
de mi vivir.

Podré, tal vez, si esto sale bien
mi "edipo" solucionar.

Mi etapa amarga ya pasó
hacia una nueva vida voy
mi analista toda la obra se estudió
de Sigmund Freud.
El rey del mundo yo seré
enorme va a ser mi poder,
amoríos y riquezas a granel
por fin tendré.

¿Qué importan, si omnipotente soy,
el mundo y la realidad?

Adiós, problemas, nunca más
me volverán a preocupar
frustraciones, culpas, traumas dejarán
de molestar.
Me voy por fin a hacer curar
me voy a psicoanalizar,
liberarme de complejos y gozar
en el diván.

Chicos no se alejen del televisor

(Esta canción formó parte del programa de televisión llamado "Todos somos mala gente")

Chicos no se alejen del televisor
pidan que los dejen, viene lo mejor.
Para los niñitos todo es frenesí
nada de cuentitos, rondas o algo así.

Vivan la violencia y la excitación
la concupiscencia y la perversión.

El teleteatro de las veintitrés
donde mueren cuatro madres en un mes.
Vean los vaqueros que con decisión
llenan de agujeros al pobre ladrón.

En el noticiario, ¡qué satisfacción!,
desfilan a diario duelo y destrucción.

Para el mundo inmenso de nuestro candor
series de suspenso, de miedo y terror.
Los largometrajes son de lo mejor:
sadismo y ultrajes, muerte al por mayor.

Canción de la mala gente

(Esta canción formó parte del programa de televisión llamado "Todos somos mala gente")

Somos la mala gente, mala gente,
somos la mala gente, mala gente.

Empleamos nuestra mente
nuestros crueles sentimientos
en maldades, en tormentos
somos todos mala gente.

Lo que dice algún rumor,
que los malos son los menos
que en el fondo somos buenos,
simplemente es un error.

La verdad de la cuestión
es que el mundo se equivoca,
la sonrisa en nuestra boca
tiene otra explicación.

Al cumplir nuestro deber
de sembrar el sufrimiento
nos llenamos de contento,
de alegría, de placer.

En los juicios de la grey
no se admiten concesiones
porque afectos y emociones
son penados por la ley.

Quien cometa buena acción
deberá ser castigado,
torturado, exonerado
y enviado a la prisión.

Los perversos de verdad
son en cambio compensados
y reciben, aclamados,
el gran premio a la maldad.

Berceuse

Narrador: Johann Sebastian Mastropiero volvió al castillo de la condesa Shortshot con la frente marchita. Las nieves del tiempo habían plateado su sien, su sien derecha para más datos. Lo atendió un viejo criado, quien tan solo por la voz lo reconoció. A la dama, noble viuda de un guerrero, no le importó su pasado, ignoró el episodio de las cuatro modelos, total, la gente siempre habla. Se confundieron en un abrazo, la condesa quedó con los brazos extendidos y Johann Sebastian abrazó a la criada... se confundieron. Tres meses más tarde la Condesa daba a luz una hermosa criatura. "Los hombres me han hecho mal", dijo la condesa, a lo que respondió Mastropiero: "los hombres me la han hecho bien". Pero se resignó a reconocer a la criatura como propia. "No te quejes Johann, es natural", dijo ella, "sí, por eso me quejo", respondió el compositor, y dedicó a la criatura una canción de cuna. Reflexionó amargamente el músico, "nunca se sabe de donde le puede llegar la inspiración a un artista".
"Berceuse"(*), Opus 36, de Johann Sebastian Mastropiero, por Les Luthiers.

Cantante:
Duermete, duermete
duermete, duermete
duermete, duermete
duermete, duermete.

CORO:
Dormite, dormite
dormite, dormite!
mi linda

Dormite, dormite
dormite, dormite!
mi amor

Cantante:
Duermete, duermete
duermete, duermete
duermete, de una vez
duermete, duermete.

(*) Nota: "Berceuse" quiere decir "canción de cuna", en francés.